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sábado, 12 de octubre de 2013

El Mundial está muy cerca; la brillantez, algo más lejos

1.- El partido cumplió con el guión previsto. El balón iba a ser de España permanentemente ante una selección bielorrusa que presentó oposición con tres centrales en el fondo y las líneas muy juntas, pero sin renunciar a salir al contragolpe cuando le fuera posible. Bielorrusia no ha renovado totalmente la selección con la generación que terminó tercera en el Eurocopa sub-21 de Dinamarca del 2011; han llegado algunos como el portero Gutor, el central Filipenko o el mediocentro Dragun, pero parecen lejos del nivel que prometían.


2.- España formó con Busquets por delante de la línea de cuatro. Durante el primer tramo del primer acto fue el jugador más importante por su facilidad para filtrar pases por dentro. De hecho era el único jugador con claridad para abatir líneas enemigas con destreza. España tenía el control total del balón, pero no tenía claridad en la frontal. Monreal y Pedro eran más punzantes en la banda izquierda que Arbeloa y Silva en la derecha. Mención especial para el partido de Pedro, que fue magnífico. Encaró siempre para generar dos contra uno o una falta, fue el alfil de selección española.

3.- Xavi aparecía con asiduidad, pero le faltaba su socio Iniesta, que entró en la segunda parte. Cesc y Michu tenían complicado destacar en el escenario de hoy. Bielorrusia no dejaba espacios y ambos, cada uno en su posición, son especialistas en atacar dichos espacios. Incluso Michu lo tenía más complicado como referencia ofensiva: obligado a jugar mucho de espaldas, tuvo muy poco peso en el partido hasta que fue sustituido en la segunds parte por Negredo.

4.- El conjunto de Kondratiev no renunció a salir de atrás cuando tuvo la oportunidad. Una buena acción de su lateral derecho Balanovich tuvo continuidad en Kalachev, su centro merodeó el área pequeña sembrando zozobra y avisando de que España no podía descuidar su sistema defensivo. En la segunda acción ofensiva bielorrusa, el que se desenganchó fue el mediocentro Dragun, y su centro tocó en la mano de Piqué dentro del área.

5.- La pelota llegaba constantemente a la frontal del área de Gutor, pero ahí se le apagaba la luz a la selección de Vicente del Bosque. Faltaba ese punto de velocidad en la circulación para terminar generando un espacio, y tampoco la presión tras pérdida era lo intensa como hubiera sido deseable. La sombra de Iniesta para atraer rivales y generar ventajas comenzaba a ser alargada.

6.- Del Bosque movió sus piezas en el descanso con mucho acierto. Entró Iniesta por Monreal y España pasó a cerrar con tres atrás: Ramos, Piqué y Arbeloa; Xavi tiró de galones para monopolizar la salida del balón saltándose al mismísimo Sergio Busquets e Iniesta y el omnipresente Pedro estiraban el campo en la izquierda y la derecha respectivamente. El canario cambió de banda en la segunda parte, pero su eficacia siguió intacta.

7.- Un centro suyo desde la derecha lo alcanzó Piqué de cabeza para enviar el balón a la frontal; ahí apareció el Xavi, que leyó perfectamente a dónde debía acudir para disparar abajo y abrir el cerrojo que dispuso Georgi Kondratiev. España había hecho lo más difícil, sin brillo pero con constancia, con tesón y los errores propios de lo difícil que es atacar a un rival que se agrupa bien, concede pocos espacios y es duro cuando se ve amenazado.

8.- Kondratiev había retirado a Rodionov, exhausto, dando entrada a Krivets para refrescar las escasas opciones de salir al contragolpe que tenía en lo que iba transcurrido de segundo acto. Tras el gol de Xavi arriesgó un poco más con la entrada de Kornilenko por Putilo.

9.- Pedro seguía a lo suyo, y la banda deja derecha del ataque español era la zona por la que llegaba más peligro. Ahora tenía un buen socio en el despliegue de Sergio Ramos. La guinda de esta tarta era un nueve puro y Del Bosque lo interpretó con la entrada de Negredo en el partido. Pedro taconeó hacia Ramos y el sevillano encontró la cabeza del vallecano, que batió a Gutor. A Negredo le vendrá bien el gol en el casting que se ha montado para jugar de nueve con España.

10.- Cerrar con tres atrás suponía un riesgo que Bielorrusia consiguió castigar en el último instante. Koke se equivocó en un balón horizontal y el balón llegó a Krivets, que envió un buen balón al espacio que aprovechó Kornilenko para ganar la espalda a la defensa española; Busquets no llegó a la ayuda y el bielorruso cruzó su disparo ante Valdés. La incertidumbre se apoderó del resultado, pero el partido ya estaba en el descuento.

y 11.- La victoria deja fría a la selección por la falta de brillantez en el juego, pero el partido no era sencillo. España reaccionó bien tácticamente en el descanso y pese a no jugar su partido más deslumbrante lo trabajó bien. El Mundial está sólo a un punto; recuperar la lucidez en el juego parece algo más lejos.

Alberto López Frau / MartiPerarnau.com

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