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lunes, 14 de octubre de 2013

Hernia, protrusión y karma

Marca dispara: Bale, flamante fichaje de Florentino Pérez, tiene una hernia discal en las vértebras L5-S1 y una protusión, preludio de otra, en la L4-L5. Una lesión que no le impide jugar, pero presenta riesgo de quirófano. El rotativo apunta que la lesión hizo saltar las alarmas en Sanitas La Moraleja, que se informó al presidente y que el jugador decía que no sentía molestias.

Según Marca, no había vuelta atrás. El fichaje estaba hecho, debía seguir su curso y Pérez, al tanto del secreto de Bale, obvió la cuestión y decidió que se presentase en sociedad ante 40.000 hinchas. El diario señala que quienes pudieron ver la resonancia magnética saben que Bale podría convertirse en un problema. La información cayó como una bomba de relojería entre la opinión pública. Unos refrendan, otros niegan. Surgen preguntas: ¿Miente Marca o dice la verdad? ¿Sería lógico que Marca tirase piedras contra su propio tejado, exponiéndose a quedar en evidencia y perder lectores? ¿Por qué motivo un periódico que quiere ir de la mano del Madrid publicaría una noticia falsa y lesiva para el club que multiplica sus ventas? ¿La noticia vulnera el derecho a la intimidad de Bale? La última vez que el Real Madrid quiso desmentir a este periódico ¿qué acabó pasando con el entrenador que tenía contrato en vigor? ¿Por qué cuando Florentino acusó a Marca de mentir y querer desestabilizar al club, acudió días después a una gala programada por ese diario? El tiempo responderá todas esas cuestiones. Una fuente del club sostiene que sólo puede existir algo peor para Marca que la presumible irritación de Pérez: que la hernia sea falsa, porque, en ese caso, su fabilidad sería traducida en clave de falta de honestidad. Letal para el periodismo deportivo.

El Madrid contraataca: el club niega la hernia, reconoce un problema vertebral crónico de Bale –hasta hoy, desconocido- y alega que se omitió la versión de sus médicos. El Real Madrid, que no hace mucho tenía una política que consistía en no desmentir rumores, decidió salir al paso de algo que, según el club, es rotundamente falso. Primero, con un comunicado oficial. Después, con el testimonio de un doctor. Y finalmente, apareció el agente del jugador que calificó la noticia de “basura”. La hemeroteca revela que, nada más anunciarse su fichaje, Bale pasó reconocimiento médico durante dos horas, pasando análisis de sangre, orina, electrocardiograma, ecocardiograma, resonancia magnética, estudio radiológico, biomecánico, exploración clínica y cardiorrespiratoria. Turno de preguntas incómodas: ¿Qué lleva al Madrid a anunciar un fichaje millonario sin previo reconocimiento médico? Si es una dolencia frecuente y no entraña riesgo ¿por qué no se hizo público ese problema sin importancia? Si la protrusión estaba detectada, si era una anécdota que no había que elevar a categoría ¿por qué silenciar esa protrusión crónica? ¿es irrelevante en un jugador de 24 años con un historial de 27 lesiones? El paso del tiempo responderá todas las interrogantes. En las redes sociales, el periodista Fermín de la Calle, aseguraba que sólo puede existir algo peor para Florentino que saber que Bale tiene una hernia: negarla, como aquel “never, never, never” y que acabe siendo cierta. Letal para el hombre que, en su segunda etapa intenta casi todo sin salirle casi nada.

El periódico dice que hay hernia y protrusión. El club, pequeña protrustión crónica. ¿Los especialistas? Unos consideran que el Real Madrid ha cometido un error al fichar un futbolista con un disco degenerado, aunque sólo sea una protrusión, porque es un síntoma negativo para un jugador de elite. Otros consideran que no debería afectar y que Bale rendirá porque no tiene dolor. Por último, casi todos sugieren que, si el anillo discal de Bale ya está dañado, podría acabar por romperse, provocando una hernia si no se previene. Ignacio Romo, doctor y periodista de As, subraya que, más allá de la discusión semántica - no toda hernia es protrusión, y viceversa-, la realidad reconocida por el club indica que el galés tiene un problema vertebral crónico. Una patología frecuente en futbolistas explosivos y musculados, condiciones que adornan a Bale. Romo plantea una encrucijada: o existe un problema discal o existe falta de pretemporada. Sólo podría existir algo peor para el Madrid que el hecho de que la hernia de Bale fuera cierta: que hubiese sido producto de su falta de pretemporada tras pasar todo el verano negociando para pagar una millonada.

Posdata: Con la venia. No hace demasiado tiempo, algunos periodistas que fingen serlo se burlaban de la famélica venta de Villa, para días después callar con la salida gratuita de Kaká, el amortizado. No hace mucho, los que aplaudían a rabiar la independencia de Thiago por marcharse del Barça, acabaron llamando pesetero a Özil cuando el alemán fue traspasado por el Madrid. En su sistemático pataleo, en su afán por estar cerca del poder, los suministradores de estramonio han hecho bandera de su penúltima pamema: reírse del precio de Neymar, llamarle teatrero y hacer chistes de su anemia. Ahora andan con el semblante amarillento, como los pollos de Simago, pensando en el precio de Bale y en la cara que se les puede quedar si existe la presunta hernia. Cosas del karma.

Rubén Uría / Eurosport

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