Hoy estaba indeciso entre escribir algo sobre la entrevista del
denominado "ser superior", alias "el salvador", o
repasar los once principios de propaganda de Goebbels. La cuestión
es que tirando de hemeroteca para plasmar con ejemplos todos y cada
uno de sus principios caí en la cuenta de que ambos temas iban de la
mano, llegué a la conclusión de que la manipulación
propagandística era consecuencia del "mensaje único",
basta con tapar el nombre en cualquier entrevista o declaración para
corroborar la similitud y adoctrinamiento filosófico existente en el
universo cavernario.
Prefiero pues comenzar hablando del
pensamiento único, según Ignacio Ramonet:
“el pensamiento único es una especie de doctrina viscosa que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogarlo. Es el único autorizado por una invisible y omnipresente policía de opinión”.
El matiz sustancial de esta genial cita
está en la palabra "autorizado", la invisible y
omnipresente policía es la que paga, genera, dirige y autoriza la
opinión. Basta la llamada adecuada al director del medio en cuestión
para que la línea editorial se reconduzca en el "buen camino",
los disidentes son puestos en la palestra convertidos en monigotes
llameantes cual Jose María García en su día. La violencia
dialéctica de los medios cavernarios justifican y promueven una
afición violenta, ambos se retroalimentan y ambos tienen un origen
en común: la permisividad y el uso interesado que se hace de ellos
desde la directiva. Si hoy te vienen bien unas declaraciones
canallescas de un entrenador, jugador o aficionado para justificar tu
mala gestión no te escandalices cuando el aguijón se te clave en la
espalda... los "valores" de un club no son llegar a unas
semifinales de Champions a cualquier precio, no, están en mantener
un cauce de paz social lo suficientemente estable como para poder
disfrutar del fútbol, porque nunca hay que olvidar que sigue siendo
un deporte y como tal debe su penetración social a un tal Pierre de
Coubertín impulsor de las olimpiadas modernas allá por el 1896. Ahí
se gestó la masificación del seguimiento a los colores, los
orígenes del bufandeo si queremos, pero con un matiz sustancial en
el lema que era: "Lo importante no es ganar sino competir".
Los valores son los que son, el señorío es el que es, la perversión
de ambos tiene su origen en la mentira interesada del encargado de
salvaguardarlos, a fin de cuentas para eso lo eligieron los
aficionados... así debió ser en sus orígenes al menos, pienso yo.
Hemos perdido la perspectiva
fundamental en toda esta historia, el interés del aficionado viene
generado por la belleza del deporte, la admiración en dicha belleza
provoca pasión y de ella nace la devoción y fidelidad a los
colores. Nadie se aficiona al fútbol por las patadas que se dan, por
las tanganas que se montan o lo que cuentan los periódicos, el
auténtico aficionado al fútbol desde pequeño se maravillaba con los
regates de Pelé, con el cambio de ritmo de Cruyff, con la croqueta
de Laudrup, con las jugadas de dibujos animados de Romario, con la
rabona de Rivaldo, con la punterita de Butragueño, con la cuchara de
Raúl, con los pases de Xavi, con las conducciones de Iniesta, con
los "dioses" argentinos Maradona y Messi, y tantos y tantos
que se quedaron grabados para siempre en la memoria de todos
nosotros. El Real Madrid fue el más grande de todos en su momento
porque hacía soñar, porque encandilaba con su fútbol, hoy en día
ese honor lo tiene el FC Barcelona y la razón es tan sencilla como
lo fue entonces: hacen soñar a los chavales y nos llenan de
nostalgia a los más talluditos, lo que vemos en el campo es lo que
nosotros sabemos desde siempre que es el fútbol... otro cantar es
querer reconocerlo o necesitar de embusteros juntaletras que nos lo
hagan olvidar. Sea como fuere el verdadero aficionado sabe la verdad
y si no lo sabe es que realmente nunca lo fue, eso es inequívoco.
La portada de Marca de hoy es un claro
ejemplo de pensamiento único, utiliza la figura de Cruyff para
atizar al enemigo. Se da pábulo a una supuesta guerra de gallos en
el vestuario cuando ni siquiera se ha producido la incorporación, se
hacen las preguntas adecuadas para que el holandés pronuncie las
palabras clave: "Messi" seguido de "dictador",
"Messi" seguido de "miedo". Si aún no está
clara la estrategia del pensamiento único en un circulo azul
sobreimpresionado se destaca que Messi se adelanta y paga a
Hacienda... más claro agua y en botella. Ya lo dijo Inda en su
momento: "hay que parar a Messi por lo civil o por lo criminal",
viendo que Pepe falló por lo último hay que intentarlo por lo
primero. Cruyff les ha servido hoy para sus propósitos, mañana será
Laporta, Hacienda, el ex-representante, algún amigo de Neymar
preocupado por el corral... imagina cualquier estupidez con el nombre
de Messi al lado porque aquí no hay límites éticos ni morales, si
es utilizable para la causa se utilizará. Principio de
simplificación y enemigo único, principio de la exageración y
desfiguración, principio de orquestación y principio de
verosimilitud. Cuatro principios de la propaganda de Goebbels en una
sola portada preparando el terreno para la de mañana, la llegada del
ansiado Ancelotti sobre el que se cimentará el imperio de los mil
años del canciller Florentino.
La perversión del fútbol es más que
evidente, "seres únicos" convertidos en "salvadores"
reescribiendo los valores de entidades centenarias, manipulando los
medios de información para el adoctrinamiento en el pensamiento
único, desvirtuando el espíritu de la competición deportiva y
renegando del legado de sus antecesores. Todo se supedita a un único
concepto: "Victoria", lo malo es que la historia es muy
sabia y sabe elegir muy bien al auténtico ganador. Al fin de cuentas ya lo dijo Abraham
Lincoln:
"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario