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martes, 25 de junio de 2013

Pensamiento único y fútbol

Hoy estaba indeciso entre escribir algo sobre la entrevista del denominado "ser superior", alias "el salvador", o repasar los once principios de propaganda de Goebbels. La cuestión es que tirando de hemeroteca para plasmar con ejemplos todos y cada uno de sus principios caí en la cuenta de que ambos temas iban de la mano, llegué a la conclusión de que la manipulación propagandística era consecuencia del "mensaje único", basta con tapar el nombre en cualquier entrevista o declaración para corroborar la similitud y adoctrinamiento filosófico existente en el universo cavernario.
Prefiero pues comenzar hablando del pensamiento único, según Ignacio Ramonet: 

“el pensamiento único es una especie de doctrina viscosa que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogarlo. Es el único autorizado por una invisible y omnipresente policía de opinión”.

El matiz sustancial de esta genial cita está en la palabra "autorizado", la invisible y omnipresente policía es la que paga, genera, dirige y autoriza la opinión. Basta la llamada adecuada al director del medio en cuestión para que la línea editorial se reconduzca en el "buen camino", los disidentes son puestos en la palestra convertidos en monigotes llameantes cual Jose María García en su día. La violencia dialéctica de los medios cavernarios justifican y promueven una afición violenta, ambos se retroalimentan y ambos tienen un origen en común: la permisividad y el uso interesado que se hace de ellos desde la directiva. Si hoy te vienen bien unas declaraciones canallescas de un entrenador, jugador o aficionado para justificar tu mala gestión no te escandalices cuando el aguijón se te clave en la espalda... los "valores" de un club no son llegar a unas semifinales de Champions a cualquier precio, no, están en mantener un cauce de paz social lo suficientemente estable como para poder disfrutar del fútbol, porque nunca hay que olvidar que sigue siendo un deporte y como tal debe su penetración social a un tal Pierre de Coubertín impulsor de las olimpiadas modernas allá por el 1896. Ahí se gestó la masificación del seguimiento a los colores, los orígenes del bufandeo si queremos, pero con un matiz sustancial en el lema que era: "Lo importante no es ganar sino competir". Los valores son los que son, el señorío es el que es, la perversión de ambos tiene su origen en la mentira interesada del encargado de salvaguardarlos, a fin de cuentas para eso lo eligieron los aficionados... así debió ser en sus orígenes al menos, pienso yo.

Hemos perdido la perspectiva fundamental en toda esta historia, el interés del aficionado viene generado por la belleza del deporte, la admiración en dicha belleza provoca pasión y de ella nace la devoción y fidelidad a los colores. Nadie se aficiona al fútbol por las patadas que se dan, por las tanganas que se montan o lo que cuentan los periódicos, el auténtico aficionado al fútbol desde pequeño se maravillaba con los regates de Pelé, con el cambio de ritmo de Cruyff, con la croqueta de Laudrup, con las jugadas de dibujos animados de Romario, con la rabona de Rivaldo, con la punterita de Butragueño, con la cuchara de Raúl, con los pases de Xavi, con las conducciones de Iniesta, con los "dioses" argentinos Maradona y Messi, y tantos y tantos que se quedaron grabados para siempre en la memoria de todos nosotros. El Real Madrid fue el más grande de todos en su momento porque hacía soñar, porque encandilaba con su fútbol, hoy en día ese honor lo tiene el FC Barcelona y la razón es tan sencilla como lo fue entonces: hacen soñar a los chavales y nos llenan de nostalgia a los más talluditos, lo que vemos en el campo es lo que nosotros sabemos desde siempre que es el fútbol... otro cantar es querer reconocerlo o necesitar de embusteros juntaletras que nos lo hagan olvidar. Sea como fuere el verdadero aficionado sabe la verdad y si no lo sabe es que realmente nunca lo fue, eso es inequívoco.

La portada de Marca de hoy es un claro ejemplo de pensamiento único, utiliza la figura de Cruyff para atizar al enemigo. Se da pábulo a una supuesta guerra de gallos en el vestuario cuando ni siquiera se ha producido la incorporación, se hacen las preguntas adecuadas para que el holandés pronuncie las palabras clave: "Messi" seguido de "dictador", "Messi" seguido de "miedo". Si aún no está clara la estrategia del pensamiento único en un circulo azul sobreimpresionado se destaca que Messi se adelanta y paga a Hacienda... más claro agua y en botella. Ya lo dijo Inda en su momento: "hay que parar a Messi por lo civil o por lo criminal", viendo que Pepe falló por lo último hay que intentarlo por lo primero. Cruyff les ha servido hoy para sus propósitos, mañana será Laporta, Hacienda, el ex-representante, algún amigo de Neymar preocupado por el corral... imagina cualquier estupidez con el nombre de Messi al lado porque aquí no hay límites éticos ni morales, si es utilizable para la causa se utilizará. Principio de simplificación y enemigo único, principio de la exageración y desfiguración, principio de orquestación y principio de verosimilitud. Cuatro principios de la propaganda de Goebbels en una sola portada preparando el terreno para la de mañana, la llegada del ansiado Ancelotti sobre el que se cimentará el imperio de los mil años del canciller Florentino.

La perversión del fútbol es más que evidente, "seres únicos" convertidos en "salvadores" reescribiendo los valores de entidades centenarias, manipulando los medios de información para el adoctrinamiento en el pensamiento único, desvirtuando el espíritu de la competición deportiva y renegando del legado de sus antecesores. Todo se supedita a un único concepto: "Victoria", lo malo es que la historia es muy sabia y sabe elegir muy bien al auténtico ganador. Al fin de cuentas ya lo dijo Abraham Lincoln:

"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".

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