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sábado, 12 de octubre de 2013

Zidane no es madridista

Me cuesta creer que un hombre que ha vestido la camiseta del Real Madrid, santo y seña del “Florocentrismo”, ahora segundo entrenador del equipo y camino de ser el primero, en breve se haya atrevido a romper el pensamiento único impuesto desde la presidencia y asumido hasta por los porteros fijos-discontinuos en el Bernabéu.


Zidane es un “traidor” a la causa blanca al asegurar que un compatriota suyo, que juega en el Bayern de Munich, se merece más el Balón de Oro que el inigualable Cristiano Ronaldo. Zinedine no es madridista, se aprovecha del Real Madrid para ejercer la profesión de entrenador. Se ha salido del carril y es capaz de afear a la estrella del equipo que co-dirige anteponiendo a un rival en sus preferencias para recibir el máximo galardón individual del fútbol mundial. ¿Qué pensará el presidente de esta afrenta al madridismo? Se ha pasado tres años diciendo que Cristiano es el mejor jugador del mundo y ahora, en dos minutos, Zidane destroza la estrategia y se decanta hacia un enemigo que además juega en un equipo dirigido por Guardiola, aunque los méritos los acumulo con Heynckes, otro pseudomadridista.

En situaciones como estas, en las que un tipo con criterio expresa una opinión y la defiende con argumentos (Ribery ha ganado la Champions, la Liga y la copa alemana en un solo año) sólo puedo pensar que los que le critican son gente de poco fiar, de mentalidad obtusa y de criterio miserable. Esos son tres elementos del “pensamiento único”. Hace ya algún tiempo me contaron una pequeña fábula, que dice así: "Una gallina y un cerdo paseaban por la carretera. La gallina dijo al cerdo: 'Quieres abrir un restaurante conmigo'. El cerdo consideró la propuesta y respondió: 'Sí, me gustaría. ¿Y cómo lo llamaríamos?'. La gallina respondió: 'Huevos con tocino'. El cerdo se detuvo, hizo una pausa y contestó: 'Pensándolo mejor, creo que no voy a abrir un restaurante contigo. Yo estaría realmente comprometido, mientras que tú estarías sólo implicada'. Al final todo consiste en la diferencia que supone estar comprometido o estar implicado. En un plato de huevos con beicon, el cerdo está “comprometido”, mientras que la gallina sólo estaba “implicada”. Es posible que Zidane no este comprometido y si implicado, aunque su opinión sobre quién merece el Balón de Oro me parezca justificada. Eso no le convierte en un pseudomadridista.

Recuerdo haber leído en agosto una interesante entrevista del compañero Manuel Jabois al lesionado Xabi Alonso, a propósito de ese concepto tan mal utilizado. El periodista preguntaba: "¿Su padre ya es madridista?" y el futbolista respondía: "Mi padre ahora que su hijo juega aquí es del Madrid, que es muy diferente a ser madridista". Por si alguien en el Real Madrid tenía dudas sobre Xabi, ahora tan cuestionado al no aceptar renovar, la contundencia de la frase sentenciaba la duda: "Yo soy muy madridista. Llegué aquí como un profesional y aquí te haces madridista sí o sí porque es inevitable". Entiendo que ese es un sentimiento que se adquiere, pero sobre todo se tiene. Zidane es un empleado de primer nivel en el Real Madrid, además de un hombre del presidente. Es muy bueno para la entidad que alguien, desde dentro, aplique el criterio justo, argumentado y sin pasión cegadora para que tenga credibilidad. Para sumarse al grupo de forofos y ultras ya hay lista de espera. Zinedine puede no ser madridista, pero no me cabe ninguna duda que es del Real Madrid. Lo siento por Cristiano que me parece un grandísimo jugador.

Joaquin Brotons / EuroSport

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