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martes, 22 de octubre de 2013

Se busca cerebro de repuesto

Sí, vale. Ya sabemos que todo el mundo anda con Diego Costa sí, Diego Costa no, el nueve que no llega y todo eso. Pero vayamos a cosas serias: ¿Qué hacemos cuando la llama de Xavi se apague? Porque ese es el quid de la cuestión.

Si no tenemos cerebro, ni nueve ni cinco ni leches. Y el caso es que lo que hay es lo que hay. Cuando se vaya Casillas, el otro referente, no hay tanto problema. Primero porque su vida deportiva dura más y, segundo, porque hay manos detrás muy solventes. Pero, ¿tenemos cerebro?

Se supone que Thiago, pero no es lo mismo. Dicen que Iniesta, pero no es lo mismo. Se habla de Illarramendi, pero tampoco es lo mismo.

Xavi ha sido, y es aún, el mejor centrocampista de los últimos años en el fútbol mundial, el hombre que impuso un estilo, una forma de jugar, el que hacía que todo discurriese por su carril. Siempre que ha faltado ha habido problemas porque nadie como él entiende el fútbol. No es solo dar el pase exacto, ya sea interior, apertura, pisar el balón o guardarlo. Es entender el fútbol con mayúsculas, en su amplio concepto: ver por dónde respira el rival, sus puntos fuertes, sus puntos débiles, saber dónde hay que trabajar las zonas de distracción, dónde presionar y por dónde entrar, el momento de parar y el de acelerar.

Y luego está lo de fuera. Si Casillas se dio tanta prisa en la reconciliación tras el solapado (y no tan solapado) intento de Mourinho de cargarse a La Roja (quizás por aquello de que le molesta profundamente que un estilo contrario al suyo domine el mundo. Ya saben, el absolutismo y todo eso…), no fue solo porque es su amigo (que también), sino porque sabe que Hernández es el catalizador de voluntades del vestuario. La dupla Casillas-Xavi funciona pero cuando se vaya, ¿qué nos queda? La sub-21 es buena en todas las posiciones, excelsa en algunas, y hay sustitutos para todos (De Gea-Casillas, Isco-Iniesta, Iñigo Martínez-Sergio Ramos, Illarra-Xabi Alonso), menos para Xavi. Necesitamos un cerebro de repuesto. Ya…

José Manuel Cuellar / DiarioDeLaRoja.es

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