Estrellas, Campeones y Protusiones

Para cualquier aficionado madridista con plenas facultades de raciocinio esta semana debe, ciertamente, haber resultado tremendamente convulsa. Un medio “corporativo” soltó la bomba: “Bale sufre una hernia discal“.

¿Reacción inmediata del “ser superior”?, convertirse en traumatólogo por un día desmintiendo en persona dicha hernia para diagnosticar una simple protusión (bultito para entendernos). Como colofón la historia termina con dicho “ser superior” ejerciendo de rey con un discurso de navidad anticipado en “su” Punto Pelota. Cambiamos el “españoles…” por “madridistas…” y la puesta en escena es idéntica, Pedrerol es un elemento decorativo como el Portal de Belén que salía de fondo en todas las nochebuenas y el resto de palmeros en idéntica posición que los caganer, la zambomba se tocaría (suponemos) en las pausas publicitarias y en lugar de la misa del gallo terminamos con un acto de contrición de Siro López y Tomás Roncero… supérfluo y soporífero a partes iguales con idéntico fin: lobotomizar al fiel e incitarlo al consumo de sustancias etílicas.

Como en todo discurso navideño la fe se presupone, cualquier mal siempre viene de fuera. El “ser superior” ya lo dejó claro: “a mi me dijeron que Bale estaba apto”. ¿Perdón, estaba?… ¿acaso no lo está?, ¡alucinante!.

En versión “atea” y usando palabras llanas: se decide comprometer la viabilidad económica de un club centenario pagando la cifra récord de 101 millones de euros por un jugador cuyo máximo mérito es ser elegido como el mejor de la Premier, se moviliza toda la maquinaria propagandística (se supone que con sobrecosto asumido en la operación) para ensalzar su llegada y torpedear la de Neymar por “lo civil o lo criminal”, se “retoman contactos” con los “amigos” Muñiz y compañía para evitar la debacle de puntajes iniciales (se supone que con sobrecosto asumido en los presupuestos anuales con descuento por “permanencia”)… y lo vital, que debería ser conocer de primera mano médica si el jugador está apto o no, se improvisa sobre la marcha mes y medio después.

Como cuenta Joaquín Brotons la privatización de los servicios médicos del club en favor de Sanitas puede tener mucha relevancia en lo sucedido, os recomiendo su lectura. Sea como fuere parece claro que esto sólo puede suceder en España, en cualquier club profesional serio del mundo este “ser superior” habría sido puesto de patitas en la calle por incompetencia manifiesta con una patada en su “superior” trasero de las de Pepe Style, aquí no, aquí sale en televisión suelta una excusa barata y se permite dar lecciones de periodísmo y ética profesional a propios y extraños denunciando una campaña mediática contra “su” Real Madrid y negando la mayor cuando le nombran el periodismo de camiseta… paradójicamente en un programa donde los tiene sentados enfrente. ¡Con un par!. Ya llegará alguien que “rescate” el desaguisado si todo se tuerce, Bankia, alguna poliza antiterremotos oculta bajo la manga, etc. ¡Algunos juegan con red… y de prestado!, usando argot cavernario.

La portada de hoy peca de lo que sobra en esta España post-régimen cutre y casposa, PREPOTENCIA. Por suerte “algunas ¿estrellas? aún se lo tienen que ganar en la repesca”, razón por la que tenemos la Lista de Schindler con todas esas verdaderas estrellas  que sí han clasificados a sus selecciones y que habitualmente son condenadas al ostracismo y al exterminio mediático sistemático para  gloria y enaltecimiento de dichos “repescas”. Schuster hoy es noticia porque dice que “sí” se le puede ganar al… ¿Madrid?, tan tópico, tan cierto. ¿Cagómetro?. Cuando vas de sobrado por la vida suelen darse estas paradojas del karma, partido interesante y tremendamente relevante por el trasfondo mediático que puede originar.

Sin acritud, suerte para los verdaderos aficionados madridistas frente al Málaga y para los “boquerones” a partes iguales. Creo que ese partido no va a ser tan de trámite como se nos vende, su repercusión puede ser bestial para uno u otro. ¡Al tiempo!.

Termino con una cita de Maquiavelo:

La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.

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