Festival de la Décima

Si en los años 60 ganamos el Festival de Eurovisión con Masiel y su “La, la, la” hoy, según parece, hemos ganado el Festival de la Décima. En realidad, esta versión moderna es más bien un videoclip donde CR7 es el cantante solista, el que más cámara chupa, el más guapo, el que más cobra y el que mejores críticas recibe por sistema. Podrá gustarte o no, pero verle y oírle lo tienes garantizado por “contrato” hasta el 2018… ¡si no hay más renovaciones!, a saber.

Lo que costará ver y oír en el día de hoy serán referencias a la fragilidad defensiva mostrada por los del Galatasaray, su nobleza y reticencia a usar “malas artes” pese a la goleada recibida, la agresión premeditada del reincidente Pepe que acabó con Drogba lesionado, el gran partido de Modric e Isco tapando pasillos interiores para que otros tuvieran libertad ofensiva, el enorme momento de Carvajal que le ha quitado el sitio al “supuesto” lateral derecho titular de la selección, la gran actuación de Diego López pese a salir desde el banquillo por lesión del que le había relegado a la suplencia por presiones externas ajenas totalmente al rendimiento deportivo. También costará ver u oir una crónica decente del partido de la Real Sociedad, aunque con esto ya contábamos.

En el otro periódico de Madrid la Décima es más que una obsesión, ha degenerado en un trastorno obsesivo compulsivo. En la tradicional omilía del abuelete Relaño desde su “púlpito insonorizado” se nos habla de la marchita flor en el trasero del antaño “santo”, según parece ahora todo se ha tornado en mal fario y “acecho” de un gran portero contra el que “quizá” podría… pero no contra él y dicho mal fario, claro. Es decir, la condición de “santidad” llegó por designio divino y por este mismo ahora se ve relegado a la suplencia. Su rendimiento deportivo o profesionalidad son irrelevantes, si hay “potra divina” merece la titularidad, si hay “mal fario” mejor que no juegue no vaya a ser que contagie al resto. Podríamos equipararlo a San Pancracio, si necesitamos algo le ponemos una velita y le rezamos una novena, si no nos cumple el deseo castigado al cajón hasta la próxima.

No obstante nuestro “abuelete” nos recuerda que tras la retirada de Casillas quedó el Madrid, gran consuelo. Un Madrid dubitativo entre seguir siendo el de Mourinho o “evolucionar”, eso si. Según su particular versión el Madrid va quedándose en el de Mou… algo que no le disgusta por aquello de la Liga de los Récords o campeón de semifinales de Champions. Es como una dermatitis que reaparece aunque te cambies de camisa, nadie sabe porqué pero a Ancelotti le vuelve a salir aún sin pretenderlo… y mejor que no lo pretenda porque es lo que “se pide”. Vamos que si no hubiera sido por las “broncas internas” el viejo Madrid de Mourinho habría bastado, como hubo incendios por combustión espontánea (aún por confirmar según que medios) se hizo necesario despedir y contratar a precio de oro un nuevo “aguador” llamado Ancelotti… su cometido estaría bien que se limitase al de psicólogo deportivo dejando que afloren las excelencias tácticas de Mourinho que tan buenos resultados dieron antaño. Se corrobora pues la patraña del “Madrid del toque” y resurge el Madrid directo y contragolpeador que por sí mismo triunfará si Ancelotti no lo estropea. Bale arriba o abajo si la temporada acaba en blanco, eso ya es sabido.

Según el “predicador” (copyright by Barrabas) al equipo que pensó Mourinho (Bale incluído cabe suponer) lo único que le sobraba eran sus “jeremiadas”, el se fue pero queda el equipo. Menos mal que no se lo llevó a Londres, pensarán algunos. He tenido que buscar la dichosa palabra en el diccionario y este es su significado:

jeremiada:

f. Lamentación o muestra exagerada de dolor.

Vaya, resulta que ahora Mourinho era un gran constructor de equipos, un gran técnico, el inventor del fútbol postmoderno… ¡pero un llorón!, ¿cómo te quedas?. Si era un llorón que estaba de más en sus quejíos quiere decir que las teorías del Villarato, Uefaratos, Calendaratos y demás “atos” también estaban de más, ¿no cree usted señor “predicador” Relaño?. Aunque quizás los que estén de más sean los que dan pábulo a las “jeremiadas” de turno, los mismos que lo defiende hoy y lo llaman llorón mañana. Aclárese con su bipolaridad señor “predicador”, queremos cabalgadas o toque, queremos juego sucio Mou Style o un Madrid señorial, queremos Iker Casillas o su flor en el trasero, queremos Liga de Récords y Semifinales o queremos la Décima, queremos un entrenador top como Ancelotti o queremos un continuador de Mou pero más diplomático y manejable. Sus fieles se lo agradecerán, sea más claro.

Como diría un proverbio indio: “La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza“.

En fin, hoy es día de Champions, Barça y Atlético inician su andadura. Descanse en paz el padre de Tata Martino y que mejor tributo que una grandiosa noche de Champions, eso esperamos.

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