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miércoles, 14 de agosto de 2013

Simeone y "El Cluz"

Después de recibir un enfermo intubado y en fase terminal, el Cholo devolvió un campeón programado para cualquier guerra. Como el fútbol no tiene memoria y vive del presente, Simeone quiso reforzar al equipo para crecer desde la competencia interna. Intenciones que El Cluz – así pronuncia Cerezo la palabra club - se ha pasado por la entrepierna sin tener en cuenta el criterio de quien es la autoridad moral número uno para la hinchada.

Simeone pidió a Diego Ribas. Respuesta de El Cluz: ni una sola oferta por Diego. Fichado Baptistao, Simeone levantó la voz ante la inacción de la directiva. La respuesta fue Villa, uno de los mejores delanteros de España, pero que no es el mejor 9 del mundo, como lo era Falcao. Después llegaron dos defensas a coste cero: uno de progresión (Giménez, buena pinta) y otro de experiencia (Demichelis, jerarquía). Cholo telefoneó a Moyá y le convenció para fichar por el Atlético. La operación se vino abajo porque El Cluz escogió fichar a Aranzubía, ya que el Getafe no quería cobrar en Sugus de Suchard, sino en euros.

La política de fichajes del Cluz es una película que los atléticos se conocen de memoria. Venden a la estrella de siempre (Falcao) y se gastan menos que un ciego en novelas para reforzar el equipo cuando más lo necesita. Y si protesta el corazón de los hinchas y si el entrenador frunce el ceño, se abre el manual de excusas: que si el límite salarial de la LFP, que si hay que pagar a Hacienda, que si el proyecto económico va por delante del deportivo y que si la abuela fuma. Villa, Demichelis, Giménez, Baptistao y Aranzubía no son malos futbolistas ni mucho menos, pero el equipo necesitaba más y El Cluz, una vez más, cuenta historias para no dormir. Dicen que no hay dinero porque hay deuda, pero no cuentan que esos números rojos son consecuencia de su nefasta gestión.

Después de empujar a irse a Falcao, El Cluz ingresa 60 millones € (otros dicen que 45, hay varias versiones) y gasta 7 en Baptistao y 2,1 en Villa. Matemáticas: coges 60, te gastas 9,1 y queda mucho dinero. Matemáticas del dúo prescrito: coges 60, te gastas 9,1, y... ya no hay dinero. El aficionado no entiende nada, renueva su abono y mientras tanto, El Cluz promociona sus buenas obras, que pasan por vender como grandes éxitos la renovación de Costa o la continuidad de Arda y Filipe. Gran gestión. Bien por Cerezo, cooperador necesario de un delito de apropiación indebida (aunque para el locutor Carlos Herrera es honesto), porque seguirá encantado de haberse conocido. Y bien por Gil Marín, el único gestor del fútbol mundial condenado por estafar a su propio club, porque nadie se atreverá a recordarle aquello de ‘si se vendiera a Falcao, se acabarían nuestras deudas’. Resultado del verano: abonos renovados, marrón para Simeone y larga vida al Cluz.

Rubén Uría / Eurosport

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