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lunes, 19 de agosto de 2013

La alfombra roja

Uno de los mayores problemas del Barça de las últimas dos temporadas ha sido la salida desde atrás. En su día Xavi tomó el testigo de Rafa Márquez, pero cuando el de Terrassa ya no fue capaz de imponerse en esta fase del juego como antaño, el equipo se quedó sin soluciones.

Las pérdidas en fase inicial fueron la sentencia del último año de Guardiola, y el principal desencadenante táctico del derrumbamiento del equipo de Vilanova el curso pasado. El sistema de Tito se fundamentaba en la posición de Iniesta como falso extremo izquierdo, de tal manera que cuando los rivales trabajaron sobre la salida culé y obligaron al manchego a irse a la posición de interior para que fuera él quien la sacase, el resto perdió sentido.

El Barça del Tata Martino arrancó anoche con varios temas por resolver, y por mucha primera jornada que fuera, ya se vieron novedades que habrá que esperar cómo se desarrollan durante las próximas semanas y meses. Mayor profundidad, ocupación del área, presión adelantada, algunos roles de determinados futbolistas…y un nuevo mecanismo de salida. Fue una de las claves del partido.

Caparrós salió a jugarle al Barça de la pasada temporada. Con dos puntas para tener un mayor trabajo sobre la salida culé, y mandando la línea defensiva más arriba de lo que en el Levante nos esperábamos. Visto lo visto, no resultó muy acertado. Seguramente frente al Barça de Vilanova habría caído también, y quizá incluso por un resultado similar, pero el planteamiento habría tenido sentido, explicación. No ante el cuadro de Martino. Caparrós se encontró ante un Barça distinto del que se esperaba.

Hablábamos hace dos semanas de la salida de balón del Newell’s del Tata, y de cómo, paciente y controlada, huía de cualquier riego de pérdida peligrosa. Mencionamos ese día el circuito de salida central-delantero como definitorio de la identidad vertical de aquel equipo. También lo va introduciendo en su Barça por lo observado esta pretemporada, pero ante el Levante lo que vimos fue un mecanismo diferente. No fue tanto la salida con Busquets entre los centrales que se repitió en varios momentos del partido, como una salida lateral, alternativa a la que en primera instancia pasa por los interiores, que ya abordamos aquí a propósito del Barça de Vilanova.

Ayer, en numerosas ocasiones, el Barça salió por fuera, con los laterales arriba y recibiendo el pase de los centrales. Los interiores como tercer o cuarto hombre si antes participaba del circuito el extremo. No es nuevo en can Barça, ni siquiera para estos jugadores. En el primer año de Guardiola en el banquillo de la primera plantilla, la salida era vía Márquez, y el perfil de Alves, Xavi y Messi absorbía la combinación. Anoche, el Barça volvió a progresar desde la combinación en banda. Desde la sociedad lateral-interior-extremo. Una progresión segura, asentada sobre un acierto técnico magnifico, en una zona del campo donde la pérdida expone menos. Si el rival recupera ahí, la cal lo encierra, le cierra vías de escape, y la presencia cercana de los tres azulgranas facilita la presión. Es difícil que el oponente logre más que un saque de banda a favor.

Desde ahí el Barça llevó el balón arriba. Seguro y cómodo. Y tan rápido como quiso. Mayor velocidad no implicó más riesgo. Fue el inicio. La primera ventaja. Lo que posibilitó que posteriormente se desarrollase el resto. La alfombra roja.

Moren / En un momento dado.es

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