Aunque Los Angeles Galaxy no son una prueba de fuego —especialmente sin el mediocentro Landon Donovan y el delantero irlandés Robbie Keane, sus dos mejores jugadores —, Isco ha aprovechado la ocasión para dejar su impronta.
Padre de los dos primeros tantos del Madrid gracias a brillantes pases en largo, el mediocentro de 21 años marcó la diferencia en un choque en el que Carlo Ancelotti salió con Ronaldo como punta.
En su quinto partido contra los Galaxy —había ganado los cuatro anteriores — el Madrid demostró estar a otro nivel y que el soccer de Estados Unidos tiene mucho camino por delante para ser algo más que la última estación de jugadores venidos a menos. Los blancos mezclan su capacidad para tejer el juego en el centro del campo con la facilidad para desarbolar a la defensa rival con el último pase. Aunque el esquema de Ancelotti trata de desahogar el juego con las constantes incorporaciones al ataque de los laterales, el Madrid se encuentra cómodo jugando por dentro.
Kaká no aprovechó la titularidad y apenas apareció en un trío de atacantes dominado por la omnipresencia de Ronaldo. Mientras, Benzema y Di María, autores de los tantos, reivindicaron su puesto ante la posible llegada de Gareth Bale. En un dibujo sin nueve, Ronaldo fue la referencia. El portugués, que no tardó en avisar a los Galaxy con un testarazo a la escuadra, se ofreció en todo momento y, tirándose principalmente hacia el costado izquierdo, fue una pesadilla constante para una zaga sin cintura.
El Madrid logró poner la rúbrica a un voluntarioso primer cuarto de hora estrenando el marcador de la mano de Di María, que superó la salida de Rowe tras un brillante pase en largo de Isco embolsado por Ronaldo. Los de Ancelotti pudieron haber ventilado el choque antes del descanso, pero Cristiano no encontró puerta en las dos ocasiones en las que se plantó frente al arquero rival.
En los primeros compases del segundo tiempo, volvió a ser Isco el que rompiera los esquemas de los Galaxy con otro envío lejano. Benzema lo amortiguó en su primera aparición de la noche para, acto seguido, batir por raso al portero. José Villarreal, una de las promesas del fútbol estadounidense a sus 19 años, redujo distancias al colocar la pelota en la escuadra con un violento zapatazo en carrera. Sin embargo, el francés remachó el choque con un testerazo a pase de Di María en un contragolpe marca de la casa.
La victoria clasifica al Madrid para las semifinales de la International Champions Cup, donde se medirá al Everton de Roberto Martínez en la madrugada del sábado al domingo. El Chelsea, que ha derrotado por 2-0 al Inter, se medirá al Milan en el otro cruce.
Luis Javier González Cuéllar / ElPais.com
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