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miércoles, 7 de agosto de 2013

Escupir en el plato

Se echaban de menos sus insultos, su silencio permitía que se hablara solo de deporte y supongo que él también echaba de menos aparecer en las portadas. Ahora entre Bale, Neymar, y Cristiano y su renovación Mourinho apenas aparecía en los titulares y nadie notaba su ausencia en las tertulias (excepto sus seguidores mas acérrimos, los del "Mou es mi pastor, nada me falta").

Y aprovechó una entrevista para soltar el ventilador y que se escampara la bilis contenida.
Primero con Cristiano, el que fuera “el mejor jugador del mundo” hace apenas unos meses que ya no está a la altura de Ronaldo. Ya no importan los goles conseguidos por el portugués, ahora ya está tachado de la lista y ha cruzado la raya, está en la parte de enfrente. En el mismo sitio en el que están Casillas (de mejor del mundo y merecer un balón de oro, a suplente de Adán, que no encuentra sitio ni en un banquillo de primera), donde está Sergio Ramos, donde está Pepe (de aquel “Pepe hace mejores a todos sus compañeros” a “es un viejo frustrado porque Varanne le ha quitado el sitio”), y donde han estado desde hace mucho tiempo Ozil, Benzemá e Higuain.

Cristiano le ha respondido que el “no escupe en el plato en el que come”, dando a entender que Mou sí. Y es que Mou escupe en cualquier sitio. Ya escupía cuando lo trajeron, pero entonces sólo escupía a los demás. Escupía al Barça tratándolos de tramposos y ladrones, a los rivales por dejarse ganar, a los árbitros a los que llamó corruptos, escupiendo luego a Uefa, a Fifa, a Unicef y a todo lo que se movía a su alrededor.

Incluso llegó a escupir a media afición a la que catalogó de pseudo madridista porque cuestionaba sus decisiones o porque no aplaudía los pisotones de Pepe o sus dedos en el ojo del rival. Escupió a la prensa que no llevaba escapularios, escupió a la cantera y al entrenador que la dirigía y escupió a un montón de chavales cuando se negó a ir a la inauguración de la nueva residencia.

Escupió a Zidane por negarse a bajar al barro en el que Mou vivía, y a veces parecía que se quedaría sin saliva para seguir escupiendo.

Pero cuando escupía así era un defensor de la verdad, una persona que iba de frente, alguien que decía lo que pensaba (y escupía esas verdades personales) y sobre todo, era un gran madridista, el mejor para algunos. Y los que no aplaudían con sus acciones eran escupidos y tildados de cualquier cosa por los defensores de esa fe profunda que apedrea verbalmente a los que no la profesan.

Mientras estaba con ellos se lo consintieron todo, como a un niño malcriado. Sus insultos hacían gracia, y ahora va a insultarlos a ellos y la gracia disminuye. Antes eran los demás los que estaban en su punto de mira y todos se reían de las ocurrencias, ahora ellos mismos pueden ser los objetos de sus iras. Y Mou sabe muchas cosas de ellos, porque las ha vivido desde dentro.

Ahora, tras su marcha del Real Madrid, se le escapa su dolor a la menor ocasión. Y desliza que él entrenó a Ronaldo el bueno, no éste. Aquel brasileño tan buen jugador como pésimo deportista, tan gran goleador como juerguista. Y deja caer que el Real Madrid es un club en el que manda la política, y que él quiso fichar a Bale y le dijeron que no era el momento. Hace lo posible para dejar en el tejado de Florentino la culpa, la responsabilidad de su fracaso, el error de no haberle fichado a Bale, tal vez porque (y eso no lo dice) él fichó a los Coentrao, Sahin, Alltintop, Modric, Essien y diferentes jugadores que en su mayoría acabaron de suplentes, cuando no de asiduos de la grada, y que costaron en conjunto el doble de lo que hubiera podido costar el galés en esos momentos.

Y los que lo defienden (que siguen siendo muchos) en la prensa y en la grada quieren seguir nadando entre dos aguas. El Real Madrid, del que son socios y el Chelsea de Mou se enfrentan en unas horas. Y sufren pensando en el resultado.

Se han esforzado (hay que reconocerles la imaginación y las ganas) por convencer a los suyos de que las declaraciones de Mou no habían querido molestar a nadie. Pero no lo han conseguido. El resto de la prensa se ha revuelto ante los insultos, Cristiano le ha contestado con dureza y ha quedado como lo que es, como un tipo que no es capaz de asumir que fracasó en el equipo blanco y que no pasará a la historia de los mejores entrenadores, ni en juego ni en resultados.

Llega el amistoso en el que se verán las caras, y algunos tienen sudores fríos de pensar en el partido, que por muy amistoso que sea, va a ser un test y va a levantar mucha polvareda. Quieren nadar entre dos aguas(ninguno puede servir a dos señores dice el Nuevo Testamento) y mantenerse fiel a su corazón y a su cartera. Pero saben que eso no va a ser posible.

Saben que hay muchas cuentas pendientes entre Mou y muchos jugadores blancos, que algunas heridas aun están abiertas, que hay mucha gente que no va a perdonarle al portugués sus desprecios y su falta de respeto, y que pase lo que pase esta madrugada va a escribirse mucho, y algunos no saben en qué bando ponerse, no saben que bufanda les quedará mejor, o con cual defenderán mejor su sueldo

Saben que una derrota del Real Madrid les dolería en lo más profundo, pero reforzaría sus tesis de que Mou es el mejor, el number one. Sin embargo,una victoria del Real Madrid de Carlo Ancelotti, con Casillas en la puerta, con Ramos y Pepe, los traidores y ahora con Cristiano arriba como delantero centro, dejaría a Mou con el culo al aire, y que sus besos a los escapularios y sus escritos sobre el mejor entrenador de la historia parecerían erróneos cuando no falsos y forzados.

Saben que defendieron a Pepe cuando agredió a Casquero y cuando le pisó la mano a Messi porque para ellos pisarle la mano a uno en el suelo y patear a un rival era ser un gran tipo, pero al apoyar a Casillas (el mejor portero del mundo una semana antes de que a Mou le diera por dejarlo castigado en un banquillo) lo convirtieron en un apestado.

Y temen que algún día (tiene que llegar porque Chelsea y Real Madrid, como Barça o Bayern están entre los elegidos para llegar a lo mas alto) un enfrentamiento, un partido, un gol anulado o un penalti mal señalado, abra las compuertas de todo lo guardado y en lugar de escupirlo lo vomite contra ellos. Temen a un Mourinho acusando al Real Madrid de ser el equipo que compra voluntades y afirme que se sentiría avergonzado de ganar de esa manera.

Pero ese día ya inventarán algo para seguir engañando a sus lectores.

Confiesa / El blog de Confiesa

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