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martes, 30 de julio de 2013

La Masía y la Fábrica

Igual que todo el mundo se pregunta si existe la fórmula de la Coca Cola, no son muchos menos los que intentan averiguar cuál es el secreto de este Barça. ¿Cómo es posible conseguir que el primer equipo de fútbol tenga 17 jugadores que han pasado por las categorías inferiores del club? Representan el 68% de la plantilla. Una barbaridad. Sólo equipos menores como el Osijek croata superan esta cifra.

Si nos centramos en lo puramente futbolístico, la clave es sencilla. “Nosotros formamos jugadores para que puedan jugar en nuestro primer equipo de fútbol”, dijo un día Andoni Zubizarreta. Alberto Giráldez, exdirector de formación del Real Madrid, añadió: “El Madrid forma jugadores para que se conviertan en profesionales”. Ese es el quid de la cuestión. El Barça crea sus propios futbolistas y el Madrid moldea a profesionales, a secas. Basta mirar como equipos de toda España e, incluso, grandes de Europa se nutren de La Fábrica blanca: Mata, en el Chelsea; Carvajal, en el Leverkusen; Soldado, en el Valencia; Negredo, en el Sevilla; Filipe Luis, en el Atlético;… la lista es muy larga. “El Madrid tiene más jugadores de su cantera en la élite de las grandes Ligas europeas que el Barça. La diferencia es que el Barça los tiene en su equipo”, reconoce Raffaele Poli, director de CIES Football Observatory. “Hemos conseguido crear una cultura de club”, añade el director de La Masia, Carles Folguera.

Hay una segunda clave. Quizá sea la más importante. Todos coinciden en que es la punta del iceberg. “Al final, es sencillo: el entrenador del primer equipo tiene que apostar por la gente de casa”, recalca Albert Benaiges, vinculado al futbol base azulgrana durante dos décadas. La estabilidad que ha tenido el Barça con sus entrenadores, contrasta con la inestabilidad del Madrid. Desde el 2003, sólo tres técnicos se han sentado en el banquillo del Barça (Rijkaard, Guardiola y Tito Vilanova) por 10 del Madrid (Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Capello, Schuster, Juande Ramos, Pellegrini y Mourinho). Como dice el refrán, “cada maestrillo tiene su librillo” y tanto cambio termina por marear al personal.

Aún hoy, tengo fresca en la memoria, una frase que soltó Tito Vilanova después de una entrevista: “Si jugadores como Borja Valero, hubieran salido de La Masia, ahora estarían jugando en el primer equipo del Barça”. Borja Valero es madrileño y se formó en la cantera del Real Madrid. Tuvo que marcharse al Villarreal, fue internacional y, ahora, se gana la vida en la Fiorentina de Italia. Otro más de muchos ejemplos.

Sique Rodriguez / 50x7.com

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